Dos mujeres de pie en un anden en espera del metro, una joven arropada con una gruesa chamarra y tiritando de frío. La otra, una mujer mayor con una falda roja y huaraches negros, medias gruesas color beige y el cabello recogido completamente hacía atrás con una liga, mientras se atajaba el frío con un chal rojo observaba detenidamente a la mujer joven, después de un rato le dijo – hace un frío de la fregada-
La joven la miro y sonrió, -si está bastante duro-, trato de voltear para otro lado pero la mirada de la anciana era muy fuerte, de repente la mirada apuntaba hacía alguien más, un muchacho de cabello largo con varias perforaciones en el rostro.
-¿A ti te gustan los muchachos con aretes en la cara?-
- no, no son mi estilo
- Parecen mujeres, y mujeres feas, a mi me dan asco, no soporto ver un hombre así con aretitos-
- No pues no se ven nada guapos
- Mi hijo el chico me dijo el otro día que se iba a poner uno- . Cuando la mujer dijo eso la muchacha sonrió
-No de veras, cuando el cabrón me dijo que se quería poner un aretito, que lo agarro de los pelos y que le bajo el pantalón, mira cabrón le dije, si tu te pones esa chingadera yo te pongo una falda y un chichero para que entonces seas una vieja completa, y mira mi’ja después de eso pregúntele cuándo se ha querido poner una cosa de esas, no, si a los hijos hay que hacerlos gente de bien, o ¿tú que crees?- le dijo, mientras le dirigía una mirada inquisidora
-Pues yo creo que es una moda…- le contestó la joven aun asombrada de que una desconocida le hiciera plática
- Moda pero de viejas, a nosotras se nos ve bien, los hombres nacieron para verse como caballeros. Yo tengo tres hijos todos hombrecitos, y mira que son gente de bien, si nomás me faltaba que salieran invertidos o algo así, pero vieras que todos salieron buenos machitos, nomás el chico me salió con eso del aretito, pero ya se le quitó la idea.-
- Hace ya más frío- le dijo la joven, para darle un giro a la conversación.
- Y el metro que se tarda tanto, yo le dije a mi viejo que llegaba como a las tres al changarro y ya son más de tres y cuarto, pero pues ya ni modo, que se espere, es buena persona mi viejo, yo me casé con él teniendo ya a mis dos hijos grandes, y él los quiere como suyos, yo siempre lo he dicho quién quiere la manzana quiere al árbol y las ramas-
La señora se quedó observando las vías vacías, con el rostro rugoso inmóvil por el frío y los ojos profundos clavados en el camino de donde debía llegar el tren, de repente, se envolvió en su chal rojo y siguió contando.
- Nosotros tenemos un negocio, un puestecito, es modesto pero nos da de comer a todos, a mi hijo mayor le pagó la carrera y ahora ya es doctor, ya ni me acuerdo cuánto tiempo llevo vendiendo, pero lo que no se me olvida es que si no hubiera sido por eso no hubiéramos salido adelante, mi esposo, no mi viejo sino mi esposo, nos dejó estando mis dos chamacos chiquitos. Yo fui muy tonta, me casé bien chamaca ¿tú estás casada?-
- No, como cree-, Y la muchacha se rió como si la pregunta se tratara de una broma
- No mi’ja te pregunto en serio, a tu edad yo ya tenía mis dos chamacos, lo malo es que mi marido se fue cuando nació el segundo, tenía yo catorce años cuando me casé, de verdad que ahora son otros tiempos, antes ni que pensar que una estudiara o que sacara sola a sus hijos adelante, no mi’ja eso yo aprendí con el tiempo y con los azotes.-
- Y, ¿de qué es su puesto?- le preguntó cuando la voz de la anciana comenzó a entrecortarse
- Huy, pues he vendido de todo, dulce, cosmético, ropa, depende, pero ahora ya llevamos un rato vendiendo cosas para el pelo y cremas a granel, es un negocio noble, te digo que a mí hasta marido me trajo.- y se rió, su sonrisa parecía la sonrisa misma de una abuela cariñosa, con todos los años del mundo enmarcándole los labios a forma de arrugas y con sus ojos retratando una vida llena de cansancio pero con el brillo que sólo da la felicidad.
Llegó el metro rugiendo y arrastrándose por las vías, se abrieron las puertas y ambas entraron esperando encontrar un lugar vacío para sentarse y seguir con la charla…
2 comments:
hola viridiana.
vagando unb poco por la red me tope con tu blog y esta historia mepareció muy buena. Podrias dejarme postearla en mi blog
claroo!!!! no hay problema, solo pon de dónde es pa ver si los que te leen se dan una vuelta por el espacio, saludos.
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